Las cebollas se encontró que tienen efectos beneficiosos y de prevención en diversos tipos de cáncer, como el de pulmón, ovario, estómago, vejiga, mama, colorrectal, próstata, oral, el hígado y el cáncer de cerebro. La fenólica y el contenido de flavonoides de la cebolla con actividades antioxidantes ayudan a combatir las células cancerosas.
Un estudio de 2006 publicado en el American Journal of Clinical Nutrition muestra una conexión positiva entre la frecuencia de uso de los vegetales allium (cebolla y ajo) y un menor riesgo de varios cánceres comunes.
Si estás en un mayor riesgo de cáncer, come por lo menos 1 cebolla diaria.