Los huevos marrones suelen costar más que los blancos, pero no porque sean más saludables. Se trata de un mito popularizado en la población y se debe, en gran parte, a su precio en los supermercados donde se comercializan. La gente suele asociar que algo que cuesta más tiene una mejor calidad y, aunque a veces se cumple, éste no es el caso. La razón recae en el costo de vida de estos animales. Las gallinas rojizas usualmente comen más que las blancas, por lo que cuesta más criarlas y sus huevos son más costosos.
Pero, entonces, ¿por qué se mantiene la producción de huevos marrones si las gallinas son más caras de mantener? Oferta y demanda. Como la gente cree que son mejores, pues se venden más.